Moliendo Café
Cuando la tarde languidece renace la sombra
y en la quietud los cafetales vuelven a sentir
esta tristonga canción de amor
de la vieja molienda
que en el letargo de la noche parece gemir.
Una pena de amor, una tristeza
lleva el zambo Manuel en su amargura,
pasa incansable la noche moliendo café.
Estoy moliendo mi café, café toda la tarde,
estoy pensando que tu estás,
mi amor, lejos de aquí
y voy mezclando mi café, café con tu recuerdo,
y estoy deseando que el café,
café te traiga a mí.
Estoy mirando mi café, café que gira y gira,
estoy deseando que tú estés,
mi amor, cerca de mi,
Sigo moliendo siempre así, así y al recordarte,
yo, estoy mirando mi café,
café y te miro a ti.
Y moliendo café paso los días
y cada día igual y tu no vuelves,
y moliendo mi café, café yo pienso en ti.
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