21.2.14

Mi análisis después del debate entre estudiantes

Después de ver el debate entre estudiantes afectos y opuestos al  régimen que opera en Venezuela transmitido por CNN en español la noche de ayer, he estado analizando y reanalizando no necesariamente lo que se dijo sino la forma en que se hizo, tratando de entender el fondo del asunto y mi opinión es la siguiente:

Es increíble, en todo el sentido de la palabra, como puede haber jóvenes que se supone tienen estudios - quizás no lo sean y eso aplacaría un poco mi pesimismo  – aún avalen la actuación del estado  y digan cosas como esta:
“La escasez de alimentos, de medicamentos, de divisas y otros; la delincuencia, la inflación, etc., se debe a que Leopoldo López tiene un pacto con el expresidente de Colombia  Alvaro Uribe, quien es promotor del paramilitarismo, lo cual ha generado un alto nivel de contrabando desde Venezuela hacia Colombia a través del Estado Táchira”.
La expresión anterior no es una cita textual, pero palabras mas, palabras menos, es justo lo que dijo uno de los “estudiantes” que estaban en el debate y lo encerré entre comillas para que quede claro que no es mi opinión sino una cita no textual a los dichos de otro.

Lo peor del caso no es la afirmación que hizo sino “la prueba” (como el mismo la llamó durante el debate) que presentó, la cual consistió en una foto de Leopoldo Lopez y Alvaro Uribe estrechando la mano. Ahora pregunto yo:

Estoy convencido de que vamos a ganar esta batalla, pero ahora pienso que es solo eso, una batalla (extremadamente importante, eso sí), pero la guerra está muy lejos de ser ganada, eso va a ser cosa de muchos años, y no digo por la recuperación del aparato productivo, el cual siempre hemos comentado entre amigos tomará una o dos décadas, al menos, lo digo desde el punto de vista social, mi conclusión es que estamos destruídos, no divididos, eso es lo de menos, estamos destruídos como sociedad.

La recuperación del aparato productivo, gracias a la bonanza petrolera, con voluntad, podría acelerarse y superarse en menor tiempo, pero recuperar el sentido común en la sociedad, en el llamado “pueblo” va a costar muchísimo. Mi visión si cambiáramos hoy el gobierno por quienes están opuestos al régimen, es que tendríamos lo mismo, pero con los bandos cambiados; un grupo gobernando con el apoyo de la mitad del país y el otro protestando en contra del mismo, porque las soluciones a los problemas no se van a obtener en uno, dos, tres años.

El problema es que en los últimos quince años se ha ideologizado a la población en base a falsas ideas y expectativas, haciéndola sumisa y con limitada capacidad de pensamiento y raciocinio. Desde el comienzo de esta pesadilla, desde la primera campaña electoral del ahora difunto Hugo Chavez, he estado luchando en contra del modelo que se ha querido implementar, pero, siendo honesto, siempre lo he reconocido, el sujeto aquel era tremendo estratega, inteligente para dar sus pasos y fue implementando su idea de a poco, para no tener tanto rechazo y mantener un buen número de seguidores; es así como, en ocasiones y aunque no era lo que el quería, tuvo que frenar un poco y posponer algunas decisiones.

El gran problema para la dictadura castrista es que, después de la muerte del susodicho, se desataron las pasiones, el hambre de poder y codicia de las distintas alas del chavismo, que sin contemplaciones ni quien les pusiera freno, desangraron al país en muy poco tiempo y tuvieron que tomar las mas duras medidas de sopetón (de forma repentina) para poder mantenerse a flote, cosa que llegó a despertar a muchos de sus seguidores, pues ahora si se vieron afectados de gran manera sin anestesia (el otro también lo hubiese hecho, pero de manera paulatina para que su gente no se sintiera afectada).

No deja de tener razón Henrique Capriles cuando dice que la salida tomará tiempo, pero igual para que esa salida llegue hace falta este momento; en conclusión, ambas opciones de la oposición son válidas y deben darse para poder salir de este caos.

Entonces, reconstruir al país, que vuelva a ser el que conocimos, lo siento amigos míos, los que sean contemporáneos conmigo, mi pensamiento es que nosotros ya no lo veremos; pero esto no quiere decir que no debamos luchar, al contrario, debemos continuar, solo que ya no será para que nosotros podamos disfrutar esa Venezuela que añoramos (hasta mejor, por qué no), sino para que lo hagan nuestro hijos o nietos. Bajo este pensamiento, ¿regresaría?,  por supuesto que me gustaría regresar para ayudar en la reconstrucción de mi patria, ahora no, cuando llegue el momento de la reconstrucción podría ser.

Notas:
Ya apareció por la red una foto de uno de ellos protestando de forma “VIOLENTA” junto a un grupo que podría los Tupamaros o alguno por el estilo, puede ser que sea de esos comunistas que pasan por las instituciones de educación solo para reclutar seguidores y armar bochinches (alborotos)